En todo ambiente de trabajo, las relaciones interpersonales son pan de cada día. Por ello, para que haya un buen clima laboral, es imprescindible que los líderes estén preparados para manejar el estrés en su equipo de trabajo.
¿Cómo afecta el nivel de estrés en el desempeño laboral?
En cualquier empresa u organización, hay días en que el nivel de estrés puede ser bajo y, por tanto, tolerable para los trabajadores.
Si bien, lo ideal sería que en un ambiente de trabajo no existen situaciones que produzcan tensión, en la práctica no es así. Toda actividad que implique asumir responsabilidades y alcanzar resultados, terminará generando algún tipo de repercusión psicológica en el trabajo.
En este sentido, se debe evaluar cuál es el nivel de estrés de la empresa, para determinar el rendimiento de los integrantes del equipo, identificar los perfiles de cada uno y buscar algunas estrategias para controlarlo.
¿Cómo influye el estrés en el trabajo?
Este tipo de estrés se considera tolerable para el colaborador cuando viene cumpliendo sus actividades diariamente.
A veces alcanzar los resultados propuestos por la empresa, pueden ser fuente de angustia y preocupación, que si no son controlados a tiempo, terminan afectando la productividad de los integrantes del equipo.
Sumemos a ello, que todo trabajador no es una máquina, sino un ser humano que también puede estar atravesando distintos problemas a nivel personal.
Por ello, hay riesgo que el estrés afecte el rendimiento y esto termine produciendo problemas fisiológicos, psicológicos, de comportamiento, etc.
¿Por qué los trabajadores llegan a niveles altos de estrés?
Características personales:
Los colaboradores o trabajadores suelen buscar la mejor manera de alcanzar resultados en la empresa. Sin embargo, una persona que tiene un alto nivel de exigencia, suele ser víctima de altos niveles de estrés.
Suelen olvidarse de su vida personal y son muy exigentes consigo mismos, estableciendo objetivos que son muy difíciles de alcanzar o incluso, inalcanzables.
Son perfeccionistas y se imponen metas no solo en el campo laboral, sino en el académico, por lo que suelen ser personas que buscan capacitarse constantemente.
Si bien a simple vista, todo esto podría sonar sumamente positivo o incluso, admirable. El problema se produce cuando dichas exigencias que se hace así mismo el colaborador, van mucho más allá de sus límites, sacrificando su espacio personal.
Toda persona necesita encontrar “espacios” donde pueda “escapar” de la tensión del día a día.
En este sentido, no solo un alto nivel de autoexigencia implica altos niveles de estrés, esto también responde a otras situaciones.
Por ejemplo, el contar con un líder de equipo demasiado exigente y que se orienta exclusivamente a obtener metas cuantitativas en la empresa, pero sin tomar en cuenta al recurso humano como tal, puede ser un factor determinante para generar estrés.
Así mismo, estar en un ambiente con un clima laboral altamente competitivo, influye en que los colaboradores pueden sentirse presionados, lo que afecta no solamente su desempeño laboral, sino también a su vida personal, en caso no se sepa controlar adecuadamente.
¿Qué tipos de personalidad se ven más afectados por el estrés?
Si bien todas las personas pueden verse afectados por ello, dependerá de la personalidad para afrontar los diversos retos del día a día.
La capacidad de trabajar bajo presión puede ser un atributo para un trabajador, así como la capacidad de autocontrol ante situaciones que no puede manejar.
Sin embargo, también existe un escenario donde es el colaborador quién se impone metas de cumplimiento, con altos niveles de exigencia. Basan su autoestima en alcanzar dichos resultados de forma exitosa.
En caso sea un líder de equipo, podría volverse autoritario, dogmático y con poca tolerancia hacia los errores de los demás. Por alcanzar metas, puede hacer muchas tareas simultáneamente, que pueden afectarlo física y emocionalmente.
Tipos de personalidad
Personalidad TIPO A
Suelen ser personas con un sentimiento permanente de urgencia. Son sumamente competitivos con los demás, hasta agresivos.
Tienen sentimientos de culpa cuando tienen tiempo libre (sobre cómo deberían de hacerse las cosas, errores pasados, etc) y son muy impacientes.
Necesitan estar ocupados permanentemente y son controladores.
Personalidad del TIPO B
Suelen ser personas indolentes, su comportamiento es tranquilo y sumamente relajado. No le gusta la competencia ni interactuar con personas agresivas. No suelen dedicar su tiempo libre a sentimientos de culpa.
¿Cuáles son las fuentes que producen estrés?
En el mundo profesional pueden presentarse distintas fuentes de estrés que deben identificarse a fin de que se elaboren estrategias para el clima laboral.
Todo ello puede conllevar a conflictos dentro del ambiente de trabajo, si es que no se saben manejar.
Otra fuente de estrés es que los roles dentro de la empresa no estén bien definidos, por lo que no hay forma de evaluar responsabilidades en el desarrollo de las actividades.
La falta de comunicación también puede ser un problema potencial, porque si el jefe o líder del equipo y sus trabajadores no se informan de lo que vienen realizando en el día a día, afecta el cumplimiento de las actividades, metas y resultados.
Otra fuente de estrés se da cuando se añaden nuevas funciones o responsabilidades a los trabajadores de un momento a otro. Muchos trabajadores podrían ya estar habituados a un tipo de proyecto determinado, por lo que un cambio de un momento a otro podría ser un detonante de estrés, mientras se adapta a las nuevas responsabilidades.
Un líder de equipo que no sabe asignar adecuadamente las tareas, no monitorea el trabajo, ni ejerce la autoridad como es debido, tampoco podrá ayudar a mejorar el clima laboral en la empresa.
Se necesita motivar al personal, con refuerzos positivos, a fin sientan que son valorados como recurso humano.
Muchos trabajadores quieren hacer línea de carrera y por ello, esperan que se les reconozca su trabajo y puedan escalar con el tiempo. No sentirse valorados ni ver sus satisfacciones satisfechas, es una fuente de estrés laboral.
Por ello, Cómo prevenir y gestionar el estrés en la empresa es un aspecto indispensable si se quieren contar con equipos de alto rendimiento.
¿Cómo se puede reducir el estrés en el ambiente de trabajo?
Si bien cada persona tienen un nivel de manejo del estrés que estará relacionado a su personalidad, hay factores que ayudan significativamente a que se pueda reducir.
Por ejemplo, se debe motivar a los colaboradores a fin se sientan identificados con la visión y misión de la empresa, a fin tengan un mayor sentido de compromiso. Cuando se busca alcanzar ideales, se hacen muchos más esfuerzo por alcanzar los objetivos.
Este enfoque mucho más positivo, permite asumir que cualquier situación, sea cuál sea, conlleva un aprendizaje y por tanto, se deben ver cuáles son las lecciones aprendidas.
Otra estrategias que pueden aplicarse son identificar cuáles son los factores que producen estrés en el centro laboral y buscar manejarlos de otra manera (por ejemplo, definir mejor las funciones del personal, establecer responsabilidades precisas, etc.
Del mismo modo, el trabajador debe aprender técnicas de gestión del tiempo, manejar cronogramas de trabajo, evitar acumular tareas sin completar, saber “decir no” aceptando compromisos que escapan a sus posibilidades, etc.
Finalmente, otras estrategias que pueden aplicarse a nivel personal, son buscar tener tiempo para uno mismo, a fin de despejar la mente y desconectarse del trabajo (como técnicas de relajación, deporte, frecuentar amistades, etc).
Diferencias entre el estrés positivo y negativo
Como se han venido señalando, en todo ambiente laboral se presentan situaciones desencadenantes de estrés. Sin embargo, el estrés puede ser clasificado como positivo y negativo tanto a nivel personal y laboral, dependiendo de las circunstancias.
¿Cómo aprender a diferenciar entre lo urgente e importante?
Para gestionar adecuadamente el tiempo en la empresa y de paso también el gestionar el estrés es fundamental aprender a diferenciar que es lo urgente e importante.
Por ello, se debe aprender a organizar una agenda de trabajo, donde se especifiquen las tareas que se tienen que realizar, clasificándolas según su importancia.
Manejando una agenda y priorizando las actividades, deberá dejar en segundo plano las actividades que son menos relevantes.
Sin embargo, en una organización siempre aparecerán nuevas tareas que también serán urgentes e importantes. Por ello, hay que aprender a diferenciarlas.
Las tareas que son urgentes son aquellas que deben ser atendidas inmediatamente. Estas son las que muestran la capacidad de acción del trabajador y como responde ante escenarios de presión.
Las tareas importantes ayudan a alcanzar la visión, misión y objetivos finales de la empresa. Suelen plasmarse en los planes de trabajo anuales y su ejecución son a corto y largo plazo.
En este tipo de actividades se debe planificar adecuadamente, a fin no se vean afectadas cuando se tienen que cumplir tareas urgentes, pero que no fueron consideradas al inicio.
Por ello, los cursos de gestión del tiempo ayudan a organizar mejor las actividades, establecer prioridades y alcanzar mayor efectividad en el trabajo.
En el libro “Los siete hábitos de las personas altamente efectivas” (Stephen R. Covey), propone clasificar las actividades como Urgentes, No Urgentes, Importantes o No Importantes, de la siguiente manera: .
- Si una tarea es Urgente e Importante habrá que solucionarla cuanto antes.
- Si es Urgente y No Importante habrá que delegarla en otros.
- Si es No Urgente e Importante habrá que retrasarla.
- Si es No Urgente y No Importante se deja para lo último o se olvida.
Matriz de Covey:
Urgente | No Urgente | |
Importante | Actividades: Crisis Problemas apremiantes Proyectos a punto de vencer | Actividades: Prevención Construcción de relaciones Reconocer oportunidades Planificación, recreación |
No Importante | Actividades: Interrupciones, llamadas Correos, algún informe Algunas reuniones Cuestiones inmediatas Actividades populares | Actividades: Trivialidades, ajetreo inútil Algunas cartas Algunas llamadas Pérdidas de tiempo Actividades agradables |
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