El panorama actual de los mercados y los negocios se caracteriza por su elevado grado de globalización, por estar sujeto a cambios constantes y por una integración cada vez mayor de los diferentes mercados nacionales. Esto obliga a las empresas y organizaciones a “entenderse” tanto entre ellas como con los respectivos órganos de decisión política y financiera y para ello, el inglés se ha convertido en el vehículo esencial.
El inglés es el idioma de la tecnología, de los negocios y de los mercados. Actualmente en el mundo existen miles de lenguas y dialectos, sin embargo, el inglés se está convirtiendo desde hace décadas en el idioma vehicular. Cualquier empresa que desee tener un cierto éxito internacional deberá ser capaz de desenvolverse con soltura con el idioma inglés, aun cuando establezca relaciones con otras empresas u organismos localizados en países donde el inglés no es el idioma oficial ni tan siquiera mayoritario.
Contar con personal cualificado que es capaz de entender, comprender y manejar el inglés es un valor añadido, una ventaja de marcado para cualquier empresa actual, y también una ventaja competitiva para cualquier profesional.
Por todo ello, los cursos de inglés para empresas son a día de hoy muy abundantes. Los podemos encontrar en las principales escuelas de negocios en cualquier ciudad, pero también son ofrecidos en numerosas ocasiones por los servicios de empleo y formación de los ayuntamientos, por sindicatos de trabajadores, por organizaciones profesionales y, por supuesto, por las facultades de las universidades.
Aunque existe una amplia variedad de cursos de inglés para empresas y trabajadores, e incluso es posible comenzar desde cero, cuando hablamos de inglés para empresas nos estamos refiriendo básicamente a un uso del idioma inglés en el ámbito de los negocios, es decir, un enfoque más concreto y especializado del inglés, que incluyo expresiones y vocabulario que se emplea específicamente, aunque no de forma exclusiva, en el entorno de la empresa, los mercados, las negociaciones, etcétera y que, por lo tanto, exige un conocimiento previo del idioma.
En cuanto a formato del curso de inglés para empresas, las opciones son múltiples. Dado que se trata de una formación dirigida a trabajadores, las clases se pueden organizar tanto en las propias instalaciones de la empresa como en el centro de formación, pero, en cualquier caso, se realizan a última hora de la tarde o en fin de semana, con el objetivo de que no interfiera en la jornada de trabajo.
Hay cursos que se prolongan durante varios meses con una o dos clases semanales, pero también podemos encontrar cursos intensivos concentrados en uno o dos fines de semana y cuyo objetivo primordial es el de perfeccionar aspectos concretos del inglés aplicado al ámbito de la empresa.
Por supuesto, también existen cursos de inglés para empresas bajo modalidad online e incluso inmersivos, que implican la estancia durante un breve período de tiempo en “campamentos” donde únicamente es posible hablar en inglés.
En todos los casos se aplican las más modernas técnicas y estrategias de pedagogía aplicadas a la enseñanza de los idiomas; las clases son eminentemente prácticas, basadas en situaciones que se dan en la realidad del ámbito de la empresa, y en las que los alumnos deben escuchar mucho y hablar aún más.
El aprendizaje se baja en la realización de tareas: speaking, writing, listening, etcétera.
A título de ejemplo, los contenidos de un curso de inglés para empresas pueden incluir los siguientes:
- Vocabulario y expresiones más frecuentes
- Diálogos de inglés de negocios
- Uso del teléfono: responder al teléfono en la oficina, saludos y despedidas, diálogos frecuentes…
- La redacción de correos electrónicos
- El uso de los ordenadores.
- Búsqueda de empleo
- Redacción del CV
- La entrevista de trabajo
- Diálogos relacionados con la banca y el dinero
- Técnicas y estrategias de negociación en inglés
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