Ha llegado el momento de realizar las previsiones financieras. El procedimiento es sencillo pues la complejidad de estas proyecciones no radica en el proceso de cálculo, sino en lograr un equilibrio viable entre todos los objetivos de gestión definidos para cada área de gestión o variable.
Según las necesidades de la empresa lo recomendable sería efectuar estas previsiones proyectando los balances mensuales para el próximo año. Sin embargo se han realizado por trimestres, por simples cuestiones de una mejor exposición, lo que no afecta en absoluto ni a la metodología ni a los conceptos aplicados. En los cuadros numéricos que vamos a utilizar se ha aplicado el redondeo con el fin de que cuadren los estados financieros manejados pues estos informes se han obtenido mediante hoja de cálculo.
Comenzaremos en este curso de finanzas para no financieros, por la proyección de la cuenta de resultados previsional, a partir de una hipótesis sobre la estructura económica del resultado, que puede basarse en la información histórica disponible así como en otros objetivos de gestión a definir.
A través del cuadro número 6 podemos describir el proceso seguido:
- Con el fin de proyectar las ventas en cada trimestre, el objetivo de crecimiento se ha fijado en un 22% sobre el año anterior, y el total resultante se distribuye de acuerdo con la previsión de estacionalidad establecida.
- El objetivo de coste de ventas (CMV) se ha fijado en el 75%.
- La existencia inicial del primer trimestre coincide por necesidad con el valor de la existencia final que figura en el balance de 1995. El resto de existencias iniciales se han estimado en base al objetivo de 65 días de venta en almacén pero teniendo en cuenta la actividad del próximo trimestre. De esta forma, por ejemplo, la existencia inicial del 2º trimestre es el resultado de multiplicar el CMV diario (ventas a valor de coste) –que aparece calculado en la tabla inferior del cuadro- por 65 días (4,49 x 65). Dicha existencia inicial debe suponerse igual a la final del trimestre anterior, y así de forma sucesiva. En último lugar, las existencias de final de año deben ser calculadas atendiendo a la previsión de ventas de 1997, año para el que se ha supuesto el mismo volumen de ventas que en 1996. Como consecuencia, las existencias a fines de 1996 se pueden calcular con los datos de la columna del primer trimestre de este año (3,46 x 65 días = 226).
- Una vez que ya conocemos el CMV, la existencia inicial y la existencia final, las necesidades de compra para cada trimestre pueden ser calculadas por la fórmula ya conocida: C = CMV – Ei + Ef.
- El margen bruto se obtiene por simple diferencia entre ingresos por ventas y CMV.
- Los gastos generales han sido obtenidos considerando un objetivo del 21% de las ventas que, una vez deducidos del margen bruto, nos permitirán calcular el BAII.
- Los gastos financieros no pueden calcularse hasta que se haya determinado el crédito necesario por la demanda de fondos generada en el período. Aún así, ya podemos adelantar que estos gastos fueron calculados atendiendo a un tipo de interés del 13% para la Deuda a corto DL, y del 12% para el total del crédito a corto, sobre los saldos de balance al final de cada trimestre.
- El impuesto de sociedades se ha estimado en un tipo efectivo del 30% ,suponiendo además que no se efectuará reparto de dividendos alguno.
Una vez que ya hemos obtenido la cuenta de resultados, la parte inferior del cuadro nº6 nos ofrece el cálculo de variables operativas que vamos a necesitar para proyectar los saldos de balance. Para los cálculos de estas variables se han empleado fórmulas sencillas a partir de los objetivos operativos de la primera columna. De esta forma, por ejemplo, el saldo de clientes al final del primer trimestre se calculará multiplicando las ventas medias diarias (4,61) por los días de crédito previstos (32,65).
El saldo final en cuentas de proveedores y de acreedores a corto plazo se calcula utilizando el mismo procedimiento. El objetivo de período medio de pago ha sido fijado en función a las condiciones negociadas con los proveedores, con el fin de que las previsiones financieras nos permitan cuantificar las NOF para cada trimestre del siguiente ejercicio.
Por lo demás, el cuadro 7 es la prueba de que pocos cálculos más harán falta para proyectar el balance previsional por trimestres:
- La tesorería se ha fijado estableciendo un objetivo fijo de 35 millones, aunque podría ser establecido por diferentes criterios en función de las necesidades de la compañía como un porcentaje sobre saldos de proveedores, o sobre el total pasivo corriente, etc.
- Los saldos finales de clientes, de proveedores y de acreedores a corto plazo resultan directamente de la tabla auxiliar del cuadro 6. Las existencias finales serán las determinadas de forma previa en la cuenta de pérdidas y ganancias.
- En el activo no corriente se ha previsto, para el primer trimestre un aumento de inversión de 10 millones, inversión neta, una vez deducidas las amortizaciones. Es por ello que debemos observar que el importe del gasto por amortización del período ya está incluido en los gastos generales previstos en la cuenta de resultados proyectada.
- El importe de 18 millones a favor de la hacienda pública corresponde con el impuesto de sociedades devengado en la cuenta de resultados.
- La Deuda a corto DL se mantiene estable durante todo el período, mientras que la Deuda a largo se reduce a final de año, momento en que se produce el pago anual por devolución del principal. Los intereses en su totalidad se consideran abonados dentro del mismo año a través de liquidaciones trimestrales.
- Los recursos propios se elevan de forma progresiva tras incorporar el beneficio retenido de cada trimestre.
En otro orden de cosas, la cuenta de Crédito a corto presenta la demanda de fondos necesaria para cuadrar el balance al final de cada trimestre con el fin de aquiparar los recursos financieros totales (pasivo) a las inversiones (activo). En cada trimestre estas serían las NOF (ACo – Pco), obteniéndose para final de año una cifra (85 + 5 = 90) más o menos equivalente a la cifra de créditos rápidos a corto reales al final del ejercicio 1995 (92 + 5 = 97).
Sin embargo, las NOF son muy superiores durante los trimestres intermedios, alcanzando en el segundo trimestre los 194 millones, justo el doble de los créditos totales a corto disponibles en el momento de realizar estas previsiones. Frente a esta situación, las alternativas son las que ya señalamos en el momento en que calculamos las NOF al acabar el año 1995: negociar al alza con el banco el límite de créditos a corto plazo para los períodos de temporada alta, incrementar el fondo de maniobra o reducir su crecimiento. Quizás lo más razonable sería que la compañía combine un mayor crédito a corto plazo, puesto que su tasa de endeudamiento aún se mantiene en un bajo nivel, junto con el aumento de su fondo de maniobra a través de la aportación de recursos propios, todo ello con la idea y objetivo de que su situación financiera futura se mantenga equilibrada. Aún así, habrá que definir una estrategia financiera que haga posible un crecimiento viable en términos de equilibrio económico-financiero.
Para finalizar, es interesante destacar que las NOF calculadas en base a diferencias de balance pueden también ser explicadas a través de un estado de análisis del movimiento de fondos como el representado en el cuadro 8 en el cual se van sumando al saldo inicial de caja en cada trimestre los movimientos de fondos por operaciones o caja generada por operaciones (CGO), los debidos a inversiones y deuda ya negociada a largo (variación trimestral), para obtener el saldo final de caja en una primera evaluación. En función del signo e importe de este saldo se incrementará o dismunuirá el crédito dispuesto en cada trimestre.
Francisco javier pagano rosales dice
Es una buena recomendación