Desde la industrialización y le llegada del Sistema de la fábrica Ford y tantos pensadores y economistas desarrollando sistemas y tratados de optimización de los procesos de producción, fabricación, distribución, venta y consumo, hemos visto toda una serie de medios para ello. Hay muchas metodologías y muchas corrientes de pensamiento que buscan esta mejora y esta evolución para las empresas, la industria y todo tipo de sectores y procesos dentro de ellas. Lean es una más que llegó con ganas de dominar el mercado y extenderse por todo él y, a juzgar por su relevancia y su importancia hoy en día, así por lo muy recomendable que es, podríamos decir que lo ha conseguido.
A continuación comentaremos en qué consiste esta metodología de Lean y, con más profundidad y mayor detalle, qué es exactamente, con el fin de aportar una idea general y algo más precisa de la materia de Lean y de su utilidad para los trabajadores, los empresarios, los distintos departamentos y todas las empresas del mercado corporativo actual.
Lean manufacturing, un sistema revolucionario para muchos
Las empresas utilizan diferentes métodos de trabajo y toda una serie de metodologías y procesos para poder producir aquello en lo que consiste su actividad y poder lanzarlo al mercado, distribuirlo o servirlo con el fin de obtener esos ingresos que a largo plazo supongan un beneficio importante para las empresas y para todos aquellos que la implementen en sus procesos y en sus compañías. De entre todos estos métodos y de entre todas las metodologías más destacadas del mercado actual, destacamos una por su importancia y su relevancia. Esta es Lean Manufacturing, un modelo de gestión enfocado en acabar con esas pérdidas y con todos esos pasos inútiles de las cadenas de trabajo o de montaje, de los procesos y de los trabajos en equipo para lograr una optimización cuantiosa que suponga una diferencia importante y notable para el empresario y para los empleados en lo que a su trabajo respecta.
Lean busca aportar un valor y una mejora de la calidad para el cliente final, por lo que maximiza la creación de dicho valor y minimiza la cantidad de recursos, tiempo, gastos, inversiones innecesarias, trabajadores o cargos inútiles y tareas que sean prescindibles o negativas. En otras palabras y para resumir la definición y el concepto de Lean: es un proceso o un método de gestión que se encarga de limpiar y ajustar toda la producción para lograr el éxito y optimizar bien la actividad de dicha compañía.
¿En qué consiste la materia de Lean?
Lean busca, como ya hemos comentado, acabar con todos esos procesos innecesarios y prescindibles, así como limpiar el camino de obstáculos o evitar que puedan irse los recursos de la empresa y sus ingresos en elementos prescindibles que, lejos de ayudar y favorecer a la actividad general o a sus procesos, impiden que estos se elaboren correctamente o implican un mayor gasto que beneficio. Entre todos los aspectos que trabaja Lean y todas las tareas o todos los elementos del proceso en los que forma parte podemos destacar los siguientes.
En primer lugar, Lean reduce la sobreproducción y evita un coste innecesario, como podemos ver. Al no producir más que lo que se necesita en cada momento, evitamos uno de los mayores problemas de las fábricas y, por tanto, de las empresas que hay detrás de ellas. También reduce el tiempo de espera para tener lista la producción o la cantidad de unidades deseadas. Por otro lado, busca optimizar el proceso de transporte e inventario, así como todos los movimientos que podamos hacer de los productos finales o de las materias primas, de los trabajadores y de los bienes de consumo que hay que transportar y distribuir.
Los defectos de la cadena de montaje o de la fabricación y de todo el ciclo de vida del producto también son evitados y corregidos gracias a Lean o Lean Manufacturing, así como ciertos errores que cometen los propios empleados e incluso los empresarios o los jefes de departamentos y de equipos de trabajadores. Uno de esos errores es el de no utilizar la creatividad de la gente o no valorarla como es debida. Lean agiliza y facilita su labor y sus tareas, buscando el aprovechamiento y la utilidad de su creatividad, lo que mejora el ambiente de trabajo y la calidad del producto final.
¿En qué áreas de aplica Lean?
Ya hemos mencionado qué elementos reduce o agiliza. Los áreas de aplicación de Lean son similares, aunque algo diferentes, por lo que conviene mencionarlos. Estos son el área de gestión, planificación y ejecución de todas las tareas y del trabajo. La de reducción de la actividad sin valor añadido para el producto final. La de los retrasos, los excesos y los defectos, la del desplazamiento o los transportes de un lado a otro, el de los propios procesos y, como no puede ser de otra forma, el de la calidad, que es la que mejora gracias a Lean.
Mitos y miedos de los empresarios que se resisten a implementar Lean
Muchos empresarios y muchas compañías se resisten a la hora de dar el paso a implementar Lean en su plantilla y en su empresa. El problema está en que eso les lleva en muchas ocasiones a no poder optimizar sus procesos ni beneficiarse de todas estas características y todas estas ventajas que hemos comentado más arriba y que son una realidad para tantos otros. Entonces, si es una metodología tan buena y válida para el mercado y que ha supuesto una revolución tan destacada ¿por qué hay muchos que tienen miedo o se niegan a probar Lean? Pues bien. Estos son los mitos y los miedos que tienen.
En primer lugar, creen que puede requerir demasiado tiempo o una inversión demasiado alta para que les salga rentable y directamente prefieren optar por no probarla ni entrar en el terreno de Lean. En segundo lugar, también creen que la filosofía y el pensamiento de Lean Manufacturing no les servirá o no será más que papel mojado que no resulte útil ni beneficioso para ellos, lo que ya sabemos que es falso, pues Lean ha supuesto una mejora sustancial en todas las empresas medianas y grandes en las que se ha implementado de forma correcta y se ha sabido aprovechar lo que aporta y proporciona a los empresarios y los trabajadores. En tercer lugar, también hay quienes ven a Lean como una metodología similar a otras que, si bien pueden o no ser muy recomendables, no aportan lo mismo o no son exactamente iguales, por lo que no se puede afirmar con tanta facilidad si es o no igual y si puede o no aportar mucho más que esas otras o algo diferente.
Estos mitos hay que borrarlos y dejar a un lado el miedo. Por supuesto, no hay que lanzarse a invertir en una metodología ni cambiar el método de trabajo de un día para otro sin cierta formación y adaptación por parte de la empresa, de los trabajadores y de la cadena de trabajo, pero sí es recomendable probarla y hacerlo en una actitud positiva y acorde a lo que Lean requiere.
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