Cada vez se escucha más lo de los simuladores de formación y los nuevos métodos para enseñar y aprender diferentes materias profesionales o diferentes ámbitos de conocimiento. En los últimos años hemos visto una multitud de novedades formativas y de métodos para facilitar el aprendizaje de los alumnos y las alumnas tanto en las escuelas y los centros formativos como en los cursos y en cualquier opción relacionada con la educación y al formación, en distintos grados, aunque son pocas las novedades y los inventos desarrollados que se adoptan finalmente en los cursos o los centros y que llegan a beneficiar realmente a los alumnos. Sin embargo, en el caso de los simuladores de información tenemos una opción muy interesante y curiosa que conviene conocer.
A continuación veremos qué es un simulador de formación y para qué sirve, más allá del ámbito del aprendizaje y más allá de la propia simulación, con el fin de conocer más a fondo este curioso elemento y, según cada uno, poder descubrirlo y beneficiarse de sus ventajas y sus diferentes características.
¿Qué es un simulador de formación?
Se trata de un nuevo recurso educativo mediante el cual se puede dotar a los alumnos de una experiencia muy diferente en lo que respecta a su formación y al aprendizaje de las diferentes materias y de todo el temario que se podría ver a lo largo de un curso de formación profesional, sobre todo cuando este tiene una parte práctica clara y evidente, que es para la que el simulador puede ofrecer una mejor experiencia y una ventaja destacada que beneficie a los alumnos y les aporte todo lo que necesitan para convertirse en auténticos profesionales en la materia para la que se están formando y para la que se emplee el simulador de formación. Todo esto está potenciado y regulado gracias a la colaboración entre el Ministerio de Educación y el INTEF (Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado), que desarrollan este tipo de simuladores de formación y los adaptan a los cursos y los ciclos formativos.
Existen diferentes tipos de simuladores de formación, en función de las tareas a cubrir y las materias a enseñar a los alumnos y las alumnas, lo que nos da una abanico de posibilidades mayor. Diferentes centros y fundaciones ya empiezan a emplear para tareas concretas y para formaciones de todo tipo estos simuladores de formación, que aportan una mayor experiencia y un conocimiento práctico y unos ensayos muy buenos para profesionales y para candidatos a puestos o trabajos para los que sea necesaria e indispensable la experiencia y las prácticas. Es así como se forman profesionales cualificados siguiendo métodos y sistemas modernos y actualizados con grandes ventajas como los simuladores de formación.
Ventajas de los simuladores de formación
Su uso ya es la ventaja en sí misma, pues la facilidad que les permite a los formadores y a los centros para formar a sus alumnos y a los interesados en las materias a cursar es toda una formación con un sistema que les dota de una simulación de acciones y entornos reales, sin el riesgo que tendría realizar el proyecto o la tarea concreta en un programa de prácticas real o en una empresa, donde, aunque también se aprende y se puede lograr una gran formación y experiencia, no siempre es posible realizar las prácticas o formarse por el hecho del riesgo que tiene el trabajo o la dificultad para encontrar una empresa que acepte alumnos y estudiantes. Con los simuladores de formación, todo ello se soluciona y se simplifica con estos métodos.
Además, en muchas ocasiones las prácticas en las empresas no resultan tan beneficiosas y útiles como se pretendía debido a que no se puede practica lo que se ha estudiado de forma completa o los usos que se les da al conocimiento adquirido son diferentes a los que deberían ser por la actividad de la empresa o sus necesidades para con el alumno que está en prácticas. Con los simuladores podremos simular la tarea que busquemos y que necesitemos en el momento en el que sea necesario. Es mucho más concreto y más directo a la hora de formar a los alumnos, como hemos visto, por lo que también nos sirve para ahorrar tiempo y acortar la duración de los cursos o aprovechar mejor las clases y las horas y aprender todo lo necesario para con la formación, evitando ciertos problemas o ciertos inconvenientes de los aprendizajes y los métodos tradicionales, que ya hemos visto por qué fallan en la formación práctica.
Y es que sin estos simuladores de formación no podrían acceder muchos alumnos a los conocimientos prácticos y a la experiencia que requieren para completar sus estudios y su preparación, lo que sería un problema de cara a formar parte del mercado profesional, ya que tendría que continuar formándose y dedicando ciertos meses o incluso años de su carrera laboral a dominar las herramientas y las prácticas que en su ciclo formativo o sus estudios. Con los simuladores de formación podemos evitar estos problemas de preparación y garantizar el perfecto aprendizaje y la práctica de los conocimientos vistos por parte de los alumnos y las alumnas.
Los simuladores de formación son el futuro
Como hemos visto al inicio de este artículo, son muchas las innovaciones y los sistemas que se están desarrollando para favorecer el aprendizaje y la formación, con los que podríamos revolucionar todo el sistema educativo y garantizar el aprendizaje de los alumnos, de todas las edades y en todos los niveles o para todos los usos. Es decir, que no tienen por qué ir dirigidos a cursos y ciclos formativos o formaciones profesionales, sino que se podrían adaptar a los colegios, los institutos y los centros privados y públicos. Sin embargo, algo que tienen los simuladores de formación que no tienen otros métodos es su éxito y su implementación asegurada además por los órganos del gobierno y las asociaciones, que han visto en ella una gran oportunidad.
Es por ello por lo que decimos que los simuladores de formación son el futuro de la formación y de los ciclos, sobre todo los que requieren de una especial dedicación a las prácticas y al ensayo de tareas, trabajos, desarrollo de proyectos y acciones prácticas para las que se necesita una formación especializada y dedicada que solo se puede obtener mediante la práctica en situaciones reales o mediante la práctica con simuladores de formación como los que hemos comentado.
Otros usos para los simuladores, más allá de la formación
Además de para lo que hemos comentado y para lo que envuelve la formación y el aprendizaje, podemos comentar de forma más breve que los simuladores como los vistos en la formación pueden ser una gran oportunidad para terrenos y entornos como el de la salud y la rehabilitación de pacientes, para el tratamiento de enfermedades o trastornos mentales y psicológicos y para otra serie de usos, como los de practicar ciertas prácticas de productos y marketing para las empresas, experiencias de usuario para ciertos productos y mucho más. Por todo ello, es una opción que debemos valorar y que agradecemos, pues resulta de utilidad para el mercado y para diferentes sectores, entre los que destaca y predomina el de la formación, como no puede ser de otra manera y como hemos comentado.
Los avances de la tecnología y la industria nos sirven para muchos usos y para toda una serie de utilidades, como el uso de las empresas y su actividad, pero también para la salud, la formación de los alumnos en los cursos y los ciclos y el aprendizaje. Las bondades y las ventajas de los simuladores de formación nos aportan un extra y cubren necesidades que demandaban los alumnos, por lo que parece que vienen para quedarse.
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