Es un hecho que nuestra población está envejeciendo y son nuestros mayores la columna vertebral que sustenta nuestro país con sus pensiones, siendo por el contrario los más olvidados en cuanto a todo lo que ataña a la formación y la adaptabilidad sociotecnológica.
Este hecho se demuestra a través de los Encuentros Nacionales sobre Programas para Mayores y Tecnología, donde se trabaja para conseguir una mayor integración de la enseñanza dirigida a las personas mayores en el conjunto de enseñanzas y la configuración de los planes de estudios; estructurando los contenidos para personalizar los programas de estudio en base a los perfiles y edades.
La sociedad en la que vivimos evoluciona de forma trepidante en cuanto al crecimiento de datos e información en todos los sectores de la vida social al que sin duda contribuye el avance de las denominadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y es necesario acercar éstas a nuestros mayores para una mayor integración social.
Existen diversos usos de las nuevas tecnologías en función de los intereses o necesidades de cada sujeto en diferentes momentos. Estas utilidades abarcan aspectos tan diversos como la cultura, el ocio, la ayuda, la interacción social, la actividad laboral, la formación… (Barroso y otros, 2002).
Las TIC son una parte importante en la vida de las personas mayores por la posibilidad que ofrecen para interactuar y comunicarse con otros entornos, informaciones, contextos o personas más o menos alejados del emisor; a través de:
- Acceso a informaciones poco accesibles por otros medios tradiciones
- Interacción entre ellos
- Relación intergeneracional
- Nuevas formas de aprendizajes referidos a saberes, habilidades, actitudes…etc.
- Desarrollo de la creatividad
- Participación en foros políticos-sociales
El proceso de aprendizaje del sector social sobre el que centramos la mirada, al igual que en cualquier otro sector de población, la posibilidad de asimilación de conocimientos no existiría sin la motivación intrínseca o la voluntad de querer hacerlo, es decir, para aprender hace falta un mínimo de intencionalidad. Por otro lado hay que estar preparados ante los posibles fracasos y futuras frustraciones, la experiencia de gestión de emociones aquí es un punto a favor, aún así es importante trabajar con los alumnos fomentar sus habilidades y capacidades, Tienen la idea de lejanía y es un error la tecnología cada vez es más intuitiva y se ha vuelto accesible a todos los estratos sociales aún así en el proceso formativo tenemos que estar atentos para fomentar la superación de cualquier bloqueo antes el aprendizaje de las TIC´s
En este sentido, algunos principios que tenemos que tener en cuenta en el aprendizaje de las personas mayores,
- La motivación sobre el aprendizaje que se haga es algo clave a la hora del éxito de la actividad
- Se motivan para aprender cuando descubren necesidades que se pueden llegar a satisfacer mediante ese aprendizaje.
- El acompasamiento del aprendizaje a la evolución física del cerebro y al desarrollo evolutivo en general de cada persona en cada momento de su vida. Es decir, tener en cuenta las diferencias individuales.
- El aprendizaje debe estar en relación con lo que el alumno ya conoce y pueda evolucionar en su conocimiento para abarcar nuevos contenidos.
- Los pensamientos, ideas, inquietudes, experiencias, intereses de la persona que aprende, deben ser el punto de arranque que sirva de base para la construcción de nuevos conocimientos.
- La orientación de la formación para mayores debe dirigirse hacia situaciones reales. El análisis de la propia experiencia es la mejor metodología.
El aprendizaje del manejo del ordenador en muchas personas mayores, conlleva temores, miedos y autocensuras, debido a: a) la inseguridad e incluso la vergüenza que para algunas de estas personas supone reconocer que no saben nada; b) no haber experimentado antes (como les sucede a muchos niños y jóvenes) la facilidad de uso en juegos y programas de ordenador; c) el miedo a perder el control sobre el ordenador y no saber qué hacer con él para conseguir un determinado objetivo; d) no haber experimentado las ventajas del aprendizaje a través del método por ensayo-error; e) haber tenido una mala experiencia de aprendizaje o f) sentirse desbordado ante tanta información que debería conocer y que no domina…etc.
Teniendo en cuenta estos hechos, algunos de los objetivos de la enseñanza para adultos son entre otros:
- Suponer una experiencia gratificante para los alumnos mayores
- Realización personal
- Comprender los problemas y realidades contemporáneas.
- Adquirir competencias personales, intelectuales, salud, ocio, vida cotidiana…
- Estimular la actividad física y psicológica
- Generar recursos para la adaptación al cambio
Esta formación ayudará a evitar el peligro que tiene la mera innovación tecnológica sin una innovación social de forma paralela, ya que ello puede favorecer, aún más, la división social.
Cuando se habla de la formación para las personas mayores, ya sea en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación o en cualquier otro ámbito, la edad para incorporarse a dicha formación varía considerablemente de unas realidades a otras.
Hay que tener en cuenta el ritmo de aprendizaje del alumnado al decidir el número de horas que se van a dedicar a trabajar determinados contenidos y la una metodología de trabajo que se ha de emplear, metodología que no sólo debe consistir en una explicación lineal de los contenidos del módulo, sino que ha de incluir actividades que permitan ir relacionado lo aprendido desde una práctica contextualizada y significativa, y esto también requiere tiempo si se pretende que el aprendizaje pueda ser realmente funcional y con un alto nivel de transferencia.
En los cursos que imparten una formación amplia, es decir, no especializada para la población de personas mayores en general, vemos que los cursos de TIC normalmente contemplan las siguientes enseñanzas:
- Algún curso de iniciación a la informática. Su objetivo es iniciar a los alumnos en el mundo de estas tecnologías y en el manejo básico del ordenador de cara a que pierdan el miedo a la máquina y se familiaricen con su uso, que conozcan sus posibilidades de trabajo y sepan utilizar las herramientas básicas de un sistema operativo y las rutinas comunes a cualquier programa informático.
- Cursos o módulos que hacen referencia a algún procesador de textos, que es el programa que más usuarios utilizan. Su objetivo es que los alumnos aprendan a manejarlo para construir textos de todo tipo que posteriormente puedan imprimir, enviar, publicar o simplemente guardar como información personal.
- Módulos referidos a alguna hoja de cálculo. Su objetivo suele ser que los alumnos aprendan a manejar uno de estos programas que permiten realizar cálculos de manera rápida, ordenada y sistemática, así como realizar gráficos a partir de los valores obtenidos.
- Algo menos frecuente, pero también con bastante importancia en la formación de TIC son los cursos para construir diapositivas informatizadas. Estos programas nos permiten realizar transparencias, presentaciones y diaporamas de manera fácil, rápida y vistosa.
- Otro núcleo de contenidos que casi nunca falta en este tipo de cursos son los que hacen referencia a Internet. Su objetivo es que los alumnos lleguen a manejar las herramientas más utilizadas como enviar y recibir información de cualquier otro usuario a través del correo electrónico, participar en listas de discusión, acceder a chats, navegar por páginas web, usar buscadores, etc. Se trata de facilitar el acceso de las personas mayores a una realidad de comunicaciones síncronas y asíncronas de las que actualmente nadie debe excluirse por ignorancia o falta de oportunidades para su aprendizaje.
- También podemos encontrar módulos específicos de creación de páginas web, cuyo objetivo específico es que los alumnos aprendan a diseñar y crear sus propias páginas y hacerlas públicas al resto del mundo, siendo incluidas en un servidor de internet.
La metodología de trabajo de estos cursos suele ser fundamentalmente práctica y personalizada. Esto se debería plasmar, desde el primer momento, en el uso del programa por parte de los alumnos a partir de la explicación, interrogantes y ejercicios que proponga el profesor. Las actividades deben adaptarse a las capacidades de cada alumno incrementando progresivamente el grado de dificultad y la interrelación de los conocimientos a partir de actividades significativas y por tanto motivantes para los alumnos, que normalmente deberían trabajar sobre el ordenador en pequeño grupo (preferible de 2 personas), para favorecer la iniciativa y el aprendizaje colaborativo, intentando suprimir el «miedo» al medio digital que se da frecuentemente en este tipo de alumnos.
Es conveniente una evaluación del curso por parte de los alumnos que pueda contribuir a potenciar aciertos y mejorar errores organizativos, docentes o metodológicos.
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