Para las empresas y los distintos departamentos de las empresas es muy importante la gestión de proyectos. Y es que son una de sus herramientas principales. Sin una buena gestión y un buen seguimiento de los mismos, no podría lograrse el éxito ni obtener los objetivos fijados previamente, lo que supondría una pérdida de tiempo y recursos en vano. Y en los últimos años hemos visto cambios en los sistemas de gestión de proyectos, en los que pasamos de unos métodos a otros, con el objetivo de mejorar y optimizar el proceso, simplificar las tareas y especializar a los miembros del equipo que está a cargo del proyecto e incluso llevarlo a un nuevo nivel.
La gestión de proyectos está cambiando del conocido como PMP a nuevas metodologías Ágiles Scrum, que a continuación veremos qué son. Pero para entenderlo bien, también debemos hacer hincapié en los sistemas anteriores y en lo que supone tanto PMP como los nuevos Scrum que se integran.
¿Qué es la gestión de proyectos PMP?
Hablamos de una certificación PMP, cuyas siglas significan en inglés Project Management Professional, que se obtiene mediante una documentación que se trabaja a lo largo de entre 3 y 5 años de experiencia gestionando este tipo de proyectos profesionales en empresa, además de pasando un examen oficial. Con un profesional jefe de proyecto o un Project Manager, las empresas pueden asegurarse del buen funcionamiento de los distintos proyectos que desarrollan y obtener un buen control de los mismos. Sin embargo, algunas empresas están cambiando el sistema y adaptándolo a las nuevas metodologías Ágiles Scrum, que procedemos a explicar a continuación.
¿Qué son las metodologías ágiles Scrum?
Como vemos en el curso de Scrum en Madrid, consiste, para resumirlo en una frase sencilla, un proceso en el que se aplican diferentes prácticas con el fin de trabajar en equipo y obtener los mejores resultados. Pero esto es un concepto mucho más amplio, y es que combina conjuntos de prácticas, tareas y acciones que se trabajan en equipo y que se apoyan mutuamente. Mediante el Scrumban, se van entregando y realizando pequeños fragmentos, tareas y acciones del proyecto, por lo que, una vez que están todas terminadas y realizadas, se obtiene el trabajo completo y se finaliza el proyecto con éxito y profesionalidad. Depende de muchos factores decidir si el Scrum es una buena idea para el proyecto en el que estamos trabajando o no, y es que es una metodología y un sistema genial para proyectos más complejos y complicados, con muchas tareas diferentes. Además, entre sus diferentes ventajas encontramos algunas como la rapidez con la que se realizan los diferentes trabajos del proyecto y del scrum, que pueden modificarse y corregirse individualmente, que es un sistema innovador y competitivo que aporta un buen funcionamiento y una metodología completa a la empresa y que además de ser flexible, ayuda a mejorar la productividad a la hora de trabajar en equipo en dicho proyecto.
Los proyectos realizados mediante el sistema de Scrum, presentan una ventaja a la hora de entregar proyectos o resultado a clientes y la espera se alarga demasiado, también son buenos para resolver problemas de calidad o capacidad para reaccionar, facilitan el trabajo en equipo y las relaciones dentro del equipo de trabajo, a la vez que motivan los equipos y mejoran su productividad y su trabajo. Permiten, como ya hemos mencionado en el párrafo superior, corregir, identificar e incluso solucionar cualquier incidencia o problema que surja en la cadena de trabajo y en las diferentes tareas, así como especializar alguna cuestión del proyecto y llevar un mejor control sobre ella.
La tendencia del mercado es aplicar el método Scrum
El mercado y las empresas buscan mejorar su productividad, corregir los fallos o las asperezas de sus trabajos en equipo y sus procesos creativos, así como optimizar todo lo relacionado con sus proyectos, buscando ventajas competitivas que les beneficien y que faciliten el trabajo en su empresa y su sector. Por todo ello, el método scrum y todo lo que arrastra se está aplicando a las empresas y a las grandes compañías, por todas las ventajas y todo lo que hemos comentado en los párrafos anteriores. Con un sistema y una metodología como la que Scrum aporta a la empresa y a sus equipos de trabajo, en ocasiones, se prescinde de los anteriores métodos de trabajo y de los Project Manager o jefes de proyectos, que ahora cambian su rango y sus tareas, adaptándolas a las nuevas metodologías.
Esa es la dirección en la que parece que se está dirigiendo la gestión de proyectos profesionales y las formas de empleo de los equipos de trabajo en las compañías. Para competir con todas esas compañías que ya lo emplean, deberemos formarnos y adaptarnos a Scrum, optimizándolo aún más.
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