Cada vez es más popular y necesario vivir de alquiler en lugar de adquirir y comprar un bien inmueble o comprar un apartamento o piso, por motivos económicos, por motivos prácticos y por las necesidades de los estudiantes y los profesionales que tienen que trasladarse de una zona a otra y que aún no se han situado en un único lugar o bien no quieren atarse a una hipoteca y una serie de responsabilidades que puede no ser capaz de enfrentar con su situación económica o su momento en la vida. Por todo ello, encontramos un gran número de personas que viven de alquiler y que, en lugar de enfrentarse a los problemas y las dudas de un propietario, se enfrentan a los del alquilado. A continuación comentaremos una de ellas, que es la necesidad de invertir en calefacción o frío.
Vivas de alquiler o como propietario de tu propio inmueble, nada te salvará del frío y del calor, de las estaciones y de los cambios de temperatura. Lo único que puedes hacer en la mayoría de los casos es invertir en sistemas y métodos de calefacción para el hogar, o métodos para airear y producir frío o controlar la temperatura, lo que resulta satisfactorio y muy completo para los usuarios y los particulares, pero también puede resultar de un coste elevado e incluso imposible, para aquellos a los que no se les permite realizar obras menores en un piso o una casa, o bien realizar una instalación que pueda alterar el exterior del edificio, como sería la implementación de un sistema de aire acondicionado, tan popular y tan necesario en muchas ocasiones y muchos lugares de nuestra geografía en los que invierno y verano ataca fuerte y se vuelve imposible vivir sin calefacción o frío.
¿Merece la pena invertir en calefacción y frío?
La respuesta fácil y sencilla es que sí. Merece la pena en lo que respecta a protegernos del calor extremo y tan molesto, así como del frío imposible del crudo invierno. Pero cuando estás de alquiler y no tienes muchas opciones o no vas a pasar mucho tiempo en un mismo edificio o una misma casa puede cambiar la respuesta y puedes tener que plantearte otras muchas opciones. No podemos ignorar estos cambios de temperatura y estos efectos de las estaciones extremas del calendario, por lo que invertir no es o no recomendable, sino que se vuelve en algo imprescindible. Sin embargo, debido a los límites y las prohibiciones de las condiciones del alquiler y del momento económico de la persona, la inversión deberá ser medida y podría ser muy recomendable buscar alternativas más baratas y caseras que nos ayuden a ahorrar y mantener el calor o airear y bajar la temperatura, según el momento del año y nuestra necesidad.
Para poder aportar una ayuda informativa y asesorar a todas las personas que se pregunten cómo pueden invertir en este tipo de acciones sin que ello les suponga un problema con su contrato de alquiler, con la instalación en el inmueble y sin que resulte excesivamente caro para con el bolsillo y para con el uso que se le va a hacer a dicho sistema, veremos a continuación algunas alternativas y algunos métodos con los que podemos invertir en calefacción y en frío y adaptar nuestro piso o nuestro hogar de alquiler a los cambios de las estaciones, las diferentes temperaturas y todos los momentos del año en los que casi no se puede vivir sin calefacción y sin modificar la temperatura y el ambiente de los espacios en los que nos encontramos.
Primer veremos algunos métodos económicos para invertir y después comentaremos ciertos trucos o consejos caseros que, aunque puedan parecer simples o sencillos, resultan muy efectivos para ahorrar y controlar mejor la calefacción o el gasto que realizamos en este tipo de sistemas y en adaptar el hogar durante toda la estación de invierno o de verano. Así, además de los diferentes métodos disponibles, también podremos responder a la duda de si merece la pena o no invertir en ello de una forma más completa y profunda. El calor y el frío ya no será un problema, seas propietario o te encuentres de alquiler.
Métodos recomendables para invertir en calefacción y frío estando de alquiler
Como vemos en el curso de energías renovables, encontramos muchísimos métodos para invertir en calefacción y dar calor a nuestros hogares y nuestros espacios. Unos son más económicos y otros presentan un coste más elevado, lo que puede resultar un gran problema y un impedimento lógico y claro para las personas que están de alquiler y que buscan algo más barato y austero, así como temporal. Debemos descartar, en primer lugar, todos aquellos sistemas y todas aquellas instalaciones que requieran de una obra, de perforaciones en la pared y otro tipo de construcciones o modificaciones del estado de las paredes y el interior o el exterior del piso o el edificio alquilado. No solo suelen estar prohibidas por la comunidad de vecinos o el casero este tipo de instalaciones, sino que resultan excesivamente caras y complicadas para un alquilado que puede dejar el piso con brevedad o cambiar de edificio.
En su lugar, deberemos optar por otros métodos. Podríamos optar por calefactores mayores o menores, que para muchos usos y muchos casos son más que suficientes, sobre todo si vivimos solos y trabajamos en una zona tipo despacho. En caso de querer aportar calefacción a todo el piso o a una gran habitación, podemos optar por radiadores de aceite o radiadores eléctricos de diferentes tipos de potencia, bien sea 500 W, 800 W, 1200 W o 1500 W, e incluso, en caso de que la habitación o el hogar sea muy grande y espacioso, podríamos subir a los de 2000 W, aunque no solo suelen ser más caros los radiadores, sino que suelen contar con un consumo excesivo de electricidad debido a su gran potencia, lo que supondrá un coste mayor en la factura de la luz y en los gastos. Los radiadores ecológicos y de bajo consumo pueden ser una muy buena opción para ahorrar en las facturas de la luz pero garantizar el calor durante toda la temporada de frío en el hogar.
Para lo que respecta al verano y al frío en el piso o el edificio alquilado, podríamos optar por pequeños equipos portátiles de refrigeración y aire acondicionado, así como ventiladores y combinar diferentes métodos. En el caso de la calefacción y generar calor quizás sea más fácil, ya que además de los equipos y radiadores podemos combinarlo con mantas y capas o calefactores portátiles, pero para enfrentar el calor los métodos son muchos menos.
Trucos caseros para ahorrar en calefacción y frío
Son muchos los trucos comentados para habilitar una zona y adaptarla a la calefacción o a la temperatura que queramos generar mediante sistemas tradicionales, instalaciones complejas o los métodos económicos que hemos visto en los párrafos anteriores. En cualquier caso y para todo tipo de personas, son una muy buena opción y algo a tener en cuenta. El primero y el más conocido es regular la temperatura justo a lo que necesitas y requieres. Lo mismo ocurriría con los ventiladores o generadores de calor. Si no necesitas mucha potencia o no hace tanto frío ni tanta calor, podemos bajar la potencia y evitar un coste excesivo innecesario. El segundo consejo sería asegurarse de que el calor no se pierde o no hay salidas de aire o huecos que hagan que la temperatura disminuya y sea más caro generar calor.
Se calcula que hasta un 25% o incluso un 30% del calor generado con los métodos de calefacción se pierde por las ventajas, a lo que habría que sumarle puertas, huecos y espacios con los que no contamos o que incluso desconocemos. Para ahorrar en la inversión o en el sistema de calefacción podríamos detectar dichos huecos y dichos elementos que nos hacen perder calor y taparlos o buscar darle solución, ya que es mucho lo que podemos ahorrar si cuidamos bien de nuestra temperatura y nuestro calor o nuestro frío generado mediante la electricidad. A veces, cerrar la puerta, poner alfombras aislantes e incluso jugar con los colores, que también afectan e influyen a la temperatura absorbiendo o no el calor. Así, revisar el hogar, las habitaciones y el sistema de calefacción pueda ayudarnos a ahorrar y mucho en nuestra inversión.
Como último consejo, diríamos que hay que aprovechar los métodos tradicionales o, mejor dicho, las ventajas de la calefacción y climatización natural. Por ejemplo, aprovechar la luz del sol abriendo las ventajas para que calienten el hogar durante el día, abrir las ventanas en verano para tratar de airear los espacios y renovar el aire del interior, etc. Todo ello puede servir, si bien no para evitar la inversión en sistemas de calefacción y frío, sí para ahorrar con ellos y no depender al cien por cien de la electricidad.
Conclusión sobre la inversión en frío y calefacción
Es muy importante invertir en ello y asegurar un buen clima y un buen ambiente en el que vamos a vivir y a hacer nuestro día a día durante el tiempo que estemos de alquiler. Como ya hemos visto y comentado más arriba, no podemos evitar pasar calor o frío en función de la temperatura y no podemos tratar de ignorar si el calor es excesivo o el frío se vuelve crudo e incluso doloroso y nos impide realizar nuestras actividades diarias y nuestro trabajo o nuestro día a día. Por ello, respondemos que sí es necesaria la inversión en sistemas de calefacción o climatización y que sí es importante hacerlo, merece la pena y mucho. Sin embargo, debemos ser consecuentes con el coste que tendrá y con la facilidad para transportar dicho sistema a un futuro piso de alquiler o un futuro lugar al que nos vayamos a mudar.
Debemos evitar instalaciones permanentes que alteren la estructura y la construcción del edificio, pero ello no quita que podamos invertir en radiadores eléctricos portátiles, calefactores, sistemas de frío y demás elementos, así como ahorrar en energía y cubrir aspectos negativos del hogar que nos roban el calor y perjudican nuestra inversión en calefacción y frío.
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