La labor del conferenciante o conferencista no es tarea sencilla y no es una tarea que pueda hacer cualquiera. Y es que este cargo o esta responsabilidad se ha convertido en todo un trabajo en sí mismo. Lo que para algunos puede parecer simplemente subirse a una tarima o un escenario y hablar frente a un grupo numeroso de personas es mucho más que eso. Al fin y al cabo, el conferenciante transmite su experiencia, sus conocimientos, sus vivencias, y lo más importante: Transmite pasión y motivación para con los asistentes y el público, que generalmente suele ser público relacionado con su sector profesional, con unas tareas concretas o con el mundo de las grandes corporaciones, las empresas, los puestos de trabajo y el emprendimiento y la innovación.
La responsabilidad de un conferenciante es mayor de lo que puede parecer a simple vista, y es que aunque solo de una charla o una conferencia de media hora o de una hora y diga una tan solo una vez las palabras y las anécdotas a contar, pueden escucharle cien, doscientas, quinientas o mil personas, y si se graba la conferencia la verán muchas más. Su experiencia y su pasión será transmitida a muchas personas que no tienen por qué estar en el espacio físico en el que se realiza la conferencia, aunque se dirija principalmente hacia ellas. Al fin y al cabo, ya que va a influir en ellas de forma positiva, o a intentarlo, debe ser un profesional y un experto en el arte de la oratoria y hablar en público, a la hora de realizar conferencias y atrapar al público, sin resultar tedioso y aburrido, sino apasionado y entretenido, divertido e incluso en algunos casos, gracioso y cómico. Y los expertos que logran un buen resultado y ayudan positivamente a los empleados y al público al que imparten las conferencias cobran muy bien, llegando a optar en algunos casos por el trabajo de conferenciante como su trabajo principal, renunciando o no a otros cargos que puedan tener en empresas, que son los que le han proporcionado su experiencia y su profesionalidad en los temas de los que hablan y enseñan.
¿Qué define a un buen conferenciante?
Un conferenciante debe tener una buena oratoria, pero no debe limitarse a hablar bien y hacerlo de forma entretenida, sino que debe tener un buen contenido que realmente aporte algo al público y a los empleados, estudiantes o profesionales a los que se dirige. Debe ser un experto solucionando problemas y debe contar con una experiencia tanto de éxito como de fracaso a sus espaldas, y es que de los errores y los fracasos se aprende muchísimo, por lo que es algo que no debemos omitir ni que sea causa de vergüenza, sino de orgullo y de profesionalidad. Sus errores y sus caídas en la vida y en sus puestos de trabajo garantizan sus levantamientos y sus superaciones, que son las que más inspiran al público.
La segunda característica que debe tener un buen conferenciante es tener un propósito en la vida, un objetivo, una meta y una motivación. Con ello le resultará más fácil motivar a otros y ayudarles a obtener una meta y un objetivo. De nada serviría que una persona sin motivación en la vida ni ánimo tratara de animar a otros, pues el resultado sería contrario y acabaría deprimiendo al público y mostrándole una visión negativa de la situación, del mercado, del trabajo y del mundo. Si el conferenciante está motivado y alegre y tiene un objetivo en la vida, logrará transmitir dicho ánimo y motivar a los asistentes, siendo un buen conferenciante y logrando el objetivo de dicho evento o acto. Al fin y al cabo, el conferenciante busca mejorar en su vida y sus puestos de trabajo, evolucionando siempre y no deteniéndose nunca. Si él se rinde el público se rendirá, si es un hombre echado hacia delante y que busca el crecimiento continuo, logrará motivar.
Por último, diremos que un buen conferenciante debe tener interés por ayudar y no ser egocéntrico, sino un poco filántropo, es decir, que se esfuerce por ayudar y hacer el bien con los demás, por desear su motivación y garantizar que hará lo posible por que dichas personas sigan adelante y se levante, logren el éxito en su empresa y tengan una vida más feliz y plena. Las conferencias no son solo un trabajo o una tarea de responsabilidad para el conferenciante, sino una oportunidad para hacer el bien y lograr algo bueno, ayudando a los demás y transmitiendo su experiencia y sus conocimientos, que tanto benefician y aportan al público, si sabe hablar y transmitir su pasión correctamente, logrando ser un conferenciante bueno y profesional.
Y ahora que hemos entendido qué hace un conferenciante, en qué consiste dicho puesto o tarea y qué es lo que define a un buen conferenciante con buenas cualidades para su trabajo, veamos cuáles son los conferenciantes mejor valorados o los más importantes de España, que cumplen con estos y otros requisitos y han conseguido hacerse un nombre en este mundo de las conferencias y las empresas por sus logros, fracasos y experiencias.
Los mejores conferenciantes en España
Encontramos multitud de conferenciantes y oradores que cuentan con experiencia en el trabajo y con cierta fama dentro del mundillo de las empresas y las conferencias y los eventos de este tipo, pero si buscamos los nombres de los mejores de España o los más destacados, podemos decir los siguientes que veremos a continuación, todos ellos miembros de la Red Mundial de conferencistas y, aunque tienen presencia en numerosos países y cuentan con una fama o un nombre que se ha vuelto internacional, se podría decir que son los mejores de España. Veamos quiénes son en la siguiente lista:
- José María Gasalla.
- Enrique Cárdenes
- Álvaro Cabo Ciudad
- José Luis Ripoll Bruno
- Antonio Moreno
- Eduardo Lurueña
- Emilio Duró
- Dayana Bonito
- Alonso Pulido Martín
- José Luís Ramirez
- Mark Bulufer Gil
- Maite Bayona
- Eva Collado
- Miguel Ángel Martín
- Josu Feijoo
- Josep Antoni Duran i Lleida
- Ainhoa Arbizu
- Manuel Campo Vidal
- Rafeek Albertoni
- Manuel Silva
- Antonio Moraga
- Rosana Pereira Davila
- Sergio Cardona Patau
- Eduardo Troncoso
- Rosa Ibañez
- Julia Herrera de Salas
- Manuel Vallejo Andreu
Y muchos más que podemos encontrar y que destacan por su experiencia y su forma de presentar y realizar las conferencias, así como por sus altos cargos y sus logros y fracasos que son los que avalan su conocimiento y los que le permiten estar ahí, sobre la tarima o el escenario aportando tanto valor y tanto contenido a los oyentes y al público que les escucha y asiste a esta clase de eventos y conferencias.
España no es uno de los países con mayor número de conferenciantes ni somos una cultura que potencia esta clase de empleos y cargos o este tipo de actividades, pero en los últimos años hemos visto un auge de los conferenciantes y las conferencias realizadas, así como nuevos cargos que están relacionados con ellos, como pueden ser los cargos en las empresas de coaching y manager, que al fin y al cabo están contratados para algo similar, como motivar a los empleados y mejorar el funcionamiento de la empresa.
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