Entre la planificación presupuestaria y las previsiones financieras ya hemos observados diversas diferencias de procedimiento, procedamos a analizarlas de forma gráfica y resumida. Asi como de la función y cursos de gestión de control o controller financiero.
De acuerdo con la figura 2, en la estructura y proceso básico de un presupuesto anual los diferentes presupuestos de ingresos y gastos inciden en el resultado del período a la vez que la mayor parte (algunas de ellas no supondrán, en ningún momento movimiento de fondos, como es el caso de las amortizaciones, provisiones, etc.) de dichas partidas determinarán los cobros y los pagos en el ejercicio al que se refiere, sirviendo de base para elaborar el presupuesto de tesorería, en función de las políticas de cobros y pagos establecidas.
Los estados financieros previsionales, según ya hemos podido ver antes, serán resultado de la integración de todos estos presupuestos.
Para la realización de previsiones financieras, el procedimiento a seguir es completamente diferente. La figura 3 nos muestra el impacto de distintas decisiones de gestión sobre el balance lo que nos permite un cambio de perspectiva para poder proseguir:
- Las decisiones de capacidad productiva u operativa determinarán el volumen de inversión necesario en inmovilizado, el cual se obtendrá en el balance proyectado como suma de la inversión inicial del período y el plan de nuevas inversiones, y con ello, una parte de la demanda permanente de fondos de la empresa.
- La inversión en las cuentas a cobrar (realizable) dependerá de tres factores esenciales: la evolución de los precios previstos para el período presupuestado, el volumen de operaciones y la política de crédito.
- La tesorería generará un objetivo determinado en función de las necesidades particulares de cada negocio, dentro del circulante.
- La inversión en existencias dependerá fundamentalmente de la evolución en los costes de compra, del volumen de operaciones y de las políticas de gestión de existencias las cuáles además también dependerán en gran parte de las características propias de cada negocio.
- En cuanto al pasivo circulante, la financiación espontánea de lo proveedores y de otros acreedores habituales será fijada por las condiciones que se hayan negociado con los propios proveedores, por la evolución de los costes de compra y por la evolución del volumen de operaciones presupuestado.
Por lo que respecta al resto de partidas, éstas dependerán de las hipótesis y circunstancias del análisis si bien, la demanda de fondos por variaciones en el activo no corriente siempre deberá ser cubierta con recursos permanentes a largo plazo pues de lo contrario se producirá una reducción del fondo de maniobra de la organización.
- Considerando los recursos propios (RP) y los recursos ajenos a largo plazo (RAL) como financiación estructural y, por tanto, no modificables en decisiones a corto plazo, los recursos ajenos negociados a corto plazo (RAC) constituirán la partida de cuadre o ajuste para financiar las nuevas necesidades operativas de fondos (NOF) generadas en dicho período, debido a las variaciones producidas en el activo y pasivo operativo. De lo contrario, la compañía habrá de decidir si las nuevas NOF son financiadas con el aumento del fondo de maniobra mediante el incremento bien de los RAL bien del capital.
Para visualizar lo que hasta ahora hemos visto, nada más efectivo que a través de un caso práctico completo como el que podéis encontrar en el epígrafe 4.
Las proyecciones de balance y de cuenta de resultados, se pueden realizar efectivamente a través de diversos procedimientos y criterios si bien el procedimiento más habitual es el de la utilización de los ratios que, empleados como instrumentos de diagnóstico y control sobre datos contables, resultarán de gran ayuda para realizar las previsiones financieras pues tan sólo nos veremos a efectuar pequeños cambios de planteamiento.
Como ilustración a lo expuesto, vamos a suponer que deseamos conocer la inversión que se generará en cuentas a cobrar si se establece una previsión de ventas anual (IVA incluido) de 730 millones de euros con un objetivo de política de crédito a clientes de 30 días para todas las ventas, considerando estas con una distribución homogénea a lo largo del año.
Es así como obtendremos directamente la previsión de la inversión media en cuentas a cobrar. En cuanto al resto de los ratios, el procedimiento a seguir resulta similar que acabamos de ver.
La figura 4 nos muestra las relaciones e interdependencias entre las proyecciones económicas (resultados) y la proyección del balance ya vista:
- Podrá obtenerse un resultado previsional para el período de la proyección, dada una estructura económica del resultado y aplicando los objetivos operacionales de carácter general.
- Este resultado no estará completo hasta que no se complete el balance (el presupuesto de inversiones y de financiación) pues las amortizaciones y los gastos financieros van a depender del plan de inversiones y del plan financiero respectivamente.
- Del mismo modo, el balance deberá ajustarse tras incorporar el resultado previsto al período en cuestión.
En la elaboración de los estados financieros previsionales entran en juego de forma simultánea todas las variables constituyendo un proceso iterativo hasta que finalmente el balance previsional queda equilibrado.
Este proceso se puede simplificar de forma muy notoria gracias al uso de una hoja de cálculo que ajuste automáticamente el resultado.
En último lugar, no debemos perder de vista que, para la realización de previsiones financieras, son muchos los procedimientos y técnicas habitualmente empleados en función de los objetivos perseguidos y del detalle de la información requerida.
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