Hoy en día, se reconoce la importancia que tiene el líder en el manejo de equipos de alto rendimiento, a fin ayude a dirigir adecuadamente a los miembros de la organización.
Sin embargo, si bien el concepto de líder difiere mucho del enfoque “vertical” de antaño, donde había un “jefe” y un “subordinado” que seguía tan solo las directrices, muchas organizaciones perpetúan este esquema, que no contribuye al desarrollo de las capacidades del capital humano y a la adecuada delegación de responsabilidades.
Ejercer un buen liderazgo es fundamental para que la empresa tenga proyectos con resultados exitosos, ya que cada integrante del equipo sabe cuál es su función y lo que se espera de él en la organización.
Ser un buen líder y conducir a los equipos, implica que se desarrollen actitudes, capacidades, habilidades, técnicas, estrategias, etc. que no siempre son innatas.
Si bien hay personas que tienen habilidades de liderazgo naturales, en muchas ocasiones dichas capacidades deben ser potenciadas. En este sentido, hay muchas formas de lograrlo mediante procesos formativos presenciales o incluso, mediante curso de liderazgo online.
¿Cómo es la formación en liderazgo online?
En la actualidad, formarse en distintas competencias gerenciales, es mucho más factible que en años anteriores, debido a que mediante la tecnología, se acortan muchas brechas y se facilitan procesos para millones de personas alrededor del mundo.

Mediante la formación online, el líder puede potenciar capacidades que le permitirá mejorar el trabajo de sus equipos, ya que podrá motivar mejor a sus colaboradores, inspirarlos e incluso, ejercer una influencia positiva para un buen desempeño de su trabajo.
Las habilidades de liderazgo se potencian mediante la voluntad personal y un óptimo entrenamiento. Esto ayudará a que los miembros del equipo de trabajo se sientan valorados y reconocidos por su líder, quien los motivará a trabajar en equipo y a dar lo mejor de sí mismos.
La formación online permite que cualquier persona pueda capacitarse en cuestión de minutos, de forma flexible y desde cualquier espacio.
Entre las ventajas de este tipo de formación en línea, es que el líder de equipo (y colaboradores) se puede capacitar a su propio ritmo, sea desde la comodidad de su hogar o desde la misma oficina.
Las plataformas de educación online cada vez suelen ser más amigables y fáciles de usar. Mediante la tecnología se puede recibir formación sin importar el país donde se encuentre e interactuar con los docentes en línea.
Los líderes y sus equipos de trabajo tienen la posibilidad de acceder posteriormente a las clases grabadas, lo que ayuda a que la formación esté disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana. También se puede participar en distintos foros y chats, participar en videoconferencias e intercambiar experiencias con otras personas.
Otro aspecto importante en la Formación online en liderazgo es que es una excelente manera en que el líder y su equipo de trabajo desarrollen capacidades como autodisciplina, el trabajo orientado a metas, etc.
El líder en este sentido, también debe promover que su equipo de trabajo se comprometa en todo el proceso formativo.
Por ello, no solo debe dirigir sino también ser un facilitador que transmita entusiasmo, motive al equipo y de esta forma, los contenidos no solo sean simples teorías, sino que sean parte de la vida diaria de los colaboradores, tanto en su esfera personal como en su vida profesional.
Para finalizar, mediante este tipo de formación se puede lograr un mayor conocimiento de uno mismo y comprender que existen distintos modelos y estilos de liderazgo. Por ello, es importante que los integrantes del equipo de trabajo reconozcan, con cuál estilo se identifica más.
¿Cuáles son las prácticas de liderazgo efectivas?
Los líderes nacen, pero también se hacen, a través de un constante proceso reflexivo y sobre todo, por una adecuada formación.
Por ello, existen prácticas de liderazgo que son fundamentales para dirigir equipos de trabajo y que los colaboradores se sientan plenamente identificados con los objetivos de la organización.
Por tal motivo, entre las prácticas relevantes en todo líder es que sepa manejarse en distintos escenarios. Un líder debe mantener la perspectiva sea en los momentos de calma como durante el riesgo e incertidumbre
De esta forma, se habla de un tipo de líder “robusto psicológicamente”. Esto en resumen es aquella persona capaz de llevar adelante los proyectos de la organización de modo seguro, motivando al equipo y asumiendo distintos tipos de tareas, por más complejas y desafiantes que sean.
Este tipo de líder busca que los integrantes de su equipo se sientan identificados con la empresa. La acción de los colaboradores no se centra en el miedo por algún tipo de sanción o pérdida del trabajo, todo lo contrario, está basada en su entusiasmo y real compromiso con la visión y misión de la organización.
El líder asigna funciones a su equipo basándose en sus habilidades y experiencia esperando que alcancen su máximo desempeño.
Por ello, se espera que las habilidades de los colaboradores sean positivas y no le teman al cambio. Al contrario, lo consideran una oportunidad, más que una amenaza.
Otra habilidad fundamental es la gestión eficaz del tiempo. Un líder tiene que manejar metas realistas por cumplir en distintos niveles.
Cuando se buscan alcanzar resultados, desde el principio se tienen que planificar las acciones a realizar, el tiempo y los recursos necesarios.
Un buen líder elaborará un Plan de Trabajo anual donde también establecerá las distintas responsabilidades de cada miembro del equipo de trabajo.
En este sentido, el líder, si bien deberá ser flexible ante distintos tipos de escenarios, también deberá aprender a decir “no” cuando se amerite.
En muchas ocasiones los mandos superiores pueden caer en el error de sobrecargar de tareas a sus equipos de trabajo. Muchas de estas tareas al finalizar el año no son “medibles” porque no figuraron en ninguna planificación. Sin embargo, quitaron tiempo significativo para cumplir las metas que figuran en el plan de trabajo. Aprender a decir “no” es necesario en algunas ocasiones.
Otro reto del líder es la constante actualización. Podría quedar en el “pasado” y no adaptarse a los nuevos tiempos. Por ejemplo, aquellos esquemas verticales y burocráticos, cada vez son menos frecuentes.
Sin embargo, hay líderes que pueden tener muchísima experiencia, pero necesitan “adaptarse” a las exigencias del mercado, por lo que deberá buscar actualizarse a fin de mejorar procesos y delegar funciones.
Esto se debe aplicar en las distintas instancias de la empresa, porque suele haber mucha resistencia a los cambios, sobre todo en los equipos que tienen nuevos líderes asignados.
También se deben establecer las relaciones (gestión stakeholders) que vienen a ser todos los involucrados en la gestión de los proyectos. Esto no solo implica a quienes lo diseñan y ejecutan, sino inclusive, a quienes se verán impactados por el mismo.
El líder debe ser una persona que sepa realmente transmitir el mensaje a su equipo de trabajo, que tenga seguridad en lo que dice y sea coherente entre lo que habla y hace.
Del mismo modo, debe ser alguien seguro. No se puede tomar en serio a un líder timorato, que tiene miedo en asumir riesgos y no da confianza a sus colaboradores.
Un buen líder generará un buen clima laboral, no dejándose abatir ante las situaciones de tensión y estrés que se pueden presentar en cualquier momento en la organización. Las personas siguen al líder que los motiva a seguir perseverando en alcanzar sus metas, incluso ante la adversidad.
Importancia de la perspectiva del líder
Cada persona es distinta, por ello, la formación en liderazgo no busca crear un “mismo tipo de forma de ser”. Al contrario, lo que se espera es desarrollar las capacidades de los miembros del equipo, partiendo de sus características individuales.
Aquí entra a tallar lo que se denomina la perspectiva del líder. Esto significa que ante cualquier escenario se deberá actuar de forma determinada.
Dicha reacción dependerá de cuál es la personalidad del líder para tomar decisiones. Sin embargo, una adecuada formación en liderazgo ayudará a que el mismo cuente con mayores herramientas para manejar distintos escenarios, incluso en incertidumbre.
Por tal motivo, todo líder debe saber identificar a qué tipo de retos se enfrenta. Muchas veces se aplica el análisis FODA de Fortalezas, oportunidades, amenazas y debilidades para un diagnóstico situacional.
También se pueden establecer diversos indicadores que ayudarían a realizar un mejor análisis situacional, como son los indicadores externos positivos (oportunidades existentes), indicadores externos negativos (amenazas a los proyectos), así como los indicadores ambiguos (distintos sesgos existentes a las amenazas).
Prototipo del líder ¿existe?
Se suele crear estereotipos de “como debe ser” un líder. Este es un aspecto que no vale descuidar, tanto de parte del mismo líder, como de sus colaboradores.
Un sistema de creencias institucionalizado puede ser negativo en un equipo de trabajo. Por ejemplo, un equipo podría haber contado durante muchos años con un líder, pero que por distintos motivos, sean personales o laborales, deja de conducir a dicho grupo. Ello podría tener un impacto negativo ante la llegada de un nuevo líder.
Los seguidores tienen ya una idea preconcebida de como “debería ser” un nuevo líder. Si las expresiones emocionales del líder son positivas y busca “llegar” a sus seguidores, podrá adaptarse rápidamente al sistema de trabajo.
El tener una idea estereotipada sobre como “debe ser” un líder, puede constituirse en una amenaza porque, aunque su desempeño pueda ser excepcional, puede ser distinto a la imagen mental que tienen los seguidores (producto de sus mismas experiencias laborales, creencias, etc).
El líder tiene que reflejar quién es, mediante acciones no mediante palabras, generando credibilidad. Estas capacidades si pueden ser desarrolladas y por ello la importancia de aprender liderazgo.
Los valores que debe tener un líder
- Honestidad.
- Visión del futuro.
- Competencia.
- Inspiración.
El liderazgo y la cultura organizacional
Para finalizar les presentamos definiciones de algunos autores respecto del liderazgo y su relación con la cultura organizacional.
“Para la mayoría de antropólogos, la idea de que los líderes crean cultura es ridícula. Los líderes no crean cultura. La cultura surge de la interacción social entre grupos y comunidades”
Antropólogo británico Meek (1988)
Muy distinto es el concepto desde el campo de la psicología
“El liderazgo es la fuente original de creencias y valores que hace que un grupo trabaje y continúe trabajando para resolver problemas internos y externos. Si lo que un líder propone funciona, la asunción del líder pasa a ser una asunción compartida”
Psicólogo suizo Edgar Schein (1992)
La influencia ejercida por un líder sobre la cultura organizacional comienza desde el momento de la creación de la organización. Esto es así para Edgar Henry Schein, psicólogo organizacional que trabajó el concepto de cultura corporativa.
Schein también dijo: “La cultura y el liderazgo son los dos lados de la misma moneda y no podemos entender una sin la otra”.
De la misma manera en que el carácter se encuentra relacionado a la personalidad de cada individuo, así también las empresas se puede decir que tienen su “personalidad”. Existen características que debe obtener un líder y se encuentran fuertemente ligadas a la cultura como lo son la estabilidad emocional, la originalidad e innovación que tienen sus matices en función de la estrategia organizacional.
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